• Máxima eficiencia energética: Reduce al mínimo las pérdidas de calor hacia abajo (forjado o terreno). Dirige la energía térmica hacia el interior de la vivienda. Permite trabajar a menor temperatura de impulsión, reduciendo el consumo.
  • Mayor resistencia a cargas y deformaciones o zócalos flotantes: Soporta el peso del pavimento, mobiliario y tránsito sin deformarse. Evita hundimientos o fisuras en el suelo con el paso del tiempo. Especialmente importante en viviendas, locales y zonas de alto uso.
  • Estabilidad del sistema a largo plazo: Mantiene la geometría de la tubería y la separación entre circuitos. Evita movimientos que puedan afectar al rendimiento del suelo radiante.
  • Mejor transmisión y control del calor: Aislantes de alta calidad (XPS, EPS de alta densidad, paneles técnicos) aseguran un reparto térmico más homogéneo. Menor inercia térmica no deseada hacia el forjado.
  • Ahorro económico continuado: Menos pérdidas = menor consumo energético durante toda la vida útil del sistema. Recuperación de la inversión inicial en pocos años.
  • Aumento de la durabilidad del pavimento: Base firme y estable que reduce tensiones en cerámicas, madera o laminados. Disminuye el riesgo de grietas o levantamientos.
  • Mejora del confort térmico: Calor más uniforme y rápido. Mayor sensación de confort a menor temperatura ambiente.
  • Aislamiento acústico adicional: Atenúa ruidos de impacto y vibraciones. Mejora el confort acústico entre plantas.
  • Cumplimiento normativo: Facilita cumplir con el CTE (Código Técnico de la Edificación) y normativas energéticas. Contribuye a mejores calificaciones energéticas (A o B).
  • Mayor tranquilidad y valor añadido: Una vez instalado, el aislante queda oculto y no es accesible. Usar materiales de alta resistencia minimiza riesgos futuros y revaloriza la vivienda.
 
Suelo Radiante Ivar / Sistemas para la Emisión de Frío & Calor, de Calidad Premium