► ¿Qué es el gas radón?
El gas radón es un gas radioactivo que a simple vista no se puede detectar, ya que es incoloro e inodoro. Este gas se produce de forma natural en la corteza terrestre en terrenos graníticos por la descomposición del uranio natural.
A nivel nacional, los casos de cáncer de pulmón atribuibles al radón han aumentado de un 3% a un 14% en la última década.
El uranio, al desintegrarse de manera natural, se transforma en radón, y este contaminante es capaz de llegar a nosotros hasta almacenarse en nuestro sistema respiratorio y producir radiación.
La presencia de trazas del elemento en la tierra produce concentraciones de radón en la mayoría de los suelos, que pueden ser expulsados a la atmósfera exterior y al interior de recintos cerrados.
En el exterior no suele representar ningún problema, ya que se diluye fácilmente. El problema surge en los recintos cerrados, especialmente aquellos que están en contacto con el suelo como pueden ser sótanos y garajes.
Todo el envenenamiento por gas radón se produce de manera silenciosa y sin detectarse. Puede pasar mucho tiempo hasta que los efectos se hagan presentes, y en ese momento los pulmones pueden estar muy afectados.
► Presencia de radón en el agua potable
En muchos países, el agua potable se obtiene de fuentes del subsuelo como manantiales, pozos y perforaciones. A menudo, estas fuentes tienen concentraciones más altas de radón que el agua superficial de embalses, ríos o lagos.
Hasta la fecha, en los estudios epidemiológicos no se ha encontrado ninguna relación entre la presencia de radón en el agua potable y un mayor riesgo de cáncer de estómago. El radón que está disuelto en el agua potable se libera al aire de los espacios interiores y, de hecho, la cantidad que se inhala al respirar es superior a la que se ingiere al beber agua.
Las Guías de la OMS para la calidad del agua de consumo humano [1] (2011) recomiendan que los umbrales a partir de los cuales se deben medir las concentraciones de radón en el agua potable se establezcan en función del nivel nacional de referencia en el aire.
► ¿Por qué el gas radón aparece en las viviendas?
Este veneno se encuentra en muchas casas, en edificios y en sótanos. En viviendas, el gas radón
puede aparecer tras haberse almacenado en el suelo donde se asienta el edificio. También en las paredes, en el techo e incluso en las tomas de agua.
Puede entrar en el hogar por cualquier abertura, desde una puerta hasta diminutos orificios tales como los poros de bloques de cemento.
Las fuentes de radón en domicilios son principalmente el suelo sobre el que se asienta el edificio, las paredes, piso, techo, agua y gas utilizados. Todos los edificios contienen radón de manera natural, pero en la mayoría está presente en concentraciones bajas, que no suponen un peligro para la salud.
Existen métodos probados, duraderos y costoeficaces para prevenir la filtración de radón en viviendas de nueva construcción y reducir su concentración en las viviendas existentes.
Los suelos graníticos, arenosos y gravas favorecen que el gas aflore a la superficie porque son más porosos. Por ello, la geografía del territorio español hace que la zona occidental de la península como Galicia, Extremadura o el Valle de Aran, cuenten con mayor presencia de este gas.
Una buena práctica para conocer el riesgo a una exposición elevada de gas radón es consultar el mapa del Consejo de Seguridad Nuclear, cuyo contenido muestra el nivel de riesgo de nuestra zona. Otra manera de obtener esta información es consultar nuestro ayuntamiento, ya que según la directiva 59/2013 las administraciones locales y estatales deben proporcionar esta información a sus ciudadanos.
Este gas radiactivo debilita los edificios y puede producir lo que se conoce como “edificios enfermos”. Los edificios enfermos son aquellos en los que se estima que los habitantes del recinto pueden sufrir algún problema de salud por sus debilitadas condiciones de habitabilidad.
► ¿Cómo se detecta el gas radón?
Las mediciones de radón son relativamente sencillas de realizar y son de vital importancia para evaluar la concentración de radón en las viviendas. Es necesario que estén basadas en directrices normalizadas para que sean estandarizadas y
que haya consistencia en las mediciones. La concentración de radón en interiores no varía solo por el tipo de construcción de los edificios o los hábitos de ventilación, sino que incluso según la hora del día.
Estas fluctuaciones hacen necesario que la medición se extienda a lo largo del tiempo durante al menos tres meses, y preferiblemente durante más tiempo. Las mediciones de poca duración solo proporcionan una indicación muy aproximada de la concentración real de radón.
A fin de asegurar la calidad de las mediciones es muy recomendable que exista un programa de garantía de calidad para los dispositivos de medición de radón.
► Los expertos estiman que 250.000 edificios en España pueden estar acumulando radón.
La detección del gas radón se puede realizar a través de técnicas activas o pasivas, dependiendo de si se utiliza o no aire forzado para captar la muestra.
Según este factor, estos son los tres métodos disponibles para la detección:
· Métodos instantáneos: Mediante este método por norma general se realizan barridos generales y se estudian las rutas por las cuales el radón penetra en el interior de las viviendas.
· Métodos de lectura continua: Estas técnicas permiten monitorizar continuamente la evolución de la presencia de gas radón y comprobar la eficacia de las medidas correctivas implementadas.
· Métodos integrados: A través de estos métodos se suelen estudiar las medidas tomadas después de 3 meses de implementación, comprobando así su idoneidad y el resultado obtenido. Es fundamental que la medición del nivel de gas radón esté certificada, dado que de esta manera nos permitirá acceder a las ayudas que existen en el Plan Estatal de Vivienda para reparar casas afectadas por radón.
Hay diferentes dispositivos para poder medir eficazmente la concentración de gas radón en una vivienda:
· Detector de trazas para partículas alfa (DTPA).
· Detector de carbón activado (DCA).
· Cámara iónica de electreto (CIE).
· Dispositivo de integración electrónico (DIE).
· Monitor continuo de radón (MCR).
En Deac tenemos a disposición los estudios, diseños, esquemas y productos necesarios para la ventilación forzada para la posible eliminación del gas radón. Ante cualquier duda o consulta, escríbenos a info@deac.mobi
El gas radón es un gas radioactivo que a simple vista no se puede detectar, ya que es incoloro e inodoro. Este gas se produce de forma natural en la corteza terrestre en terrenos graníticos por la descomposición del uranio natural.
A nivel nacional, los casos de cáncer de pulmón atribuibles al radón han aumentado de un 3% a un 14% en la última década.
El uranio, al desintegrarse de manera natural, se transforma en radón, y este contaminante es capaz de llegar a nosotros hasta almacenarse en nuestro sistema respiratorio y producir radiación.
La presencia de trazas del elemento en la tierra produce concentraciones de radón en la mayoría de los suelos, que pueden ser expulsados a la atmósfera exterior y al interior de recintos cerrados.
En el exterior no suele representar ningún problema, ya que se diluye fácilmente. El problema surge en los recintos cerrados, especialmente aquellos que están en contacto con el suelo como pueden ser sótanos y garajes.
Todo el envenenamiento por gas radón se produce de manera silenciosa y sin detectarse. Puede pasar mucho tiempo hasta que los efectos se hagan presentes, y en ese momento los pulmones pueden estar muy afectados.
► Presencia de radón en el agua potable
En muchos países, el agua potable se obtiene de fuentes del subsuelo como manantiales, pozos y perforaciones. A menudo, estas fuentes tienen concentraciones más altas de radón que el agua superficial de embalses, ríos o lagos.
Hasta la fecha, en los estudios epidemiológicos no se ha encontrado ninguna relación entre la presencia de radón en el agua potable y un mayor riesgo de cáncer de estómago. El radón que está disuelto en el agua potable se libera al aire de los espacios interiores y, de hecho, la cantidad que se inhala al respirar es superior a la que se ingiere al beber agua.
Las Guías de la OMS para la calidad del agua de consumo humano [1] (2011) recomiendan que los umbrales a partir de los cuales se deben medir las concentraciones de radón en el agua potable se establezcan en función del nivel nacional de referencia en el aire.
► ¿Por qué el gas radón aparece en las viviendas?
Este veneno se encuentra en muchas casas, en edificios y en sótanos. En viviendas, el gas radón
puede aparecer tras haberse almacenado en el suelo donde se asienta el edificio. También en las paredes, en el techo e incluso en las tomas de agua.
Puede entrar en el hogar por cualquier abertura, desde una puerta hasta diminutos orificios tales como los poros de bloques de cemento.
Las fuentes de radón en domicilios son principalmente el suelo sobre el que se asienta el edificio, las paredes, piso, techo, agua y gas utilizados. Todos los edificios contienen radón de manera natural, pero en la mayoría está presente en concentraciones bajas, que no suponen un peligro para la salud.
Existen métodos probados, duraderos y costoeficaces para prevenir la filtración de radón en viviendas de nueva construcción y reducir su concentración en las viviendas existentes.
Los suelos graníticos, arenosos y gravas favorecen que el gas aflore a la superficie porque son más porosos. Por ello, la geografía del territorio español hace que la zona occidental de la península como Galicia, Extremadura o el Valle de Aran, cuenten con mayor presencia de este gas.
Una buena práctica para conocer el riesgo a una exposición elevada de gas radón es consultar el mapa del Consejo de Seguridad Nuclear, cuyo contenido muestra el nivel de riesgo de nuestra zona. Otra manera de obtener esta información es consultar nuestro ayuntamiento, ya que según la directiva 59/2013 las administraciones locales y estatales deben proporcionar esta información a sus ciudadanos.
Este gas radiactivo debilita los edificios y puede producir lo que se conoce como “edificios enfermos”. Los edificios enfermos son aquellos en los que se estima que los habitantes del recinto pueden sufrir algún problema de salud por sus debilitadas condiciones de habitabilidad.
► ¿Cómo se detecta el gas radón?
Las mediciones de radón son relativamente sencillas de realizar y son de vital importancia para evaluar la concentración de radón en las viviendas. Es necesario que estén basadas en directrices normalizadas para que sean estandarizadas y
que haya consistencia en las mediciones. La concentración de radón en interiores no varía solo por el tipo de construcción de los edificios o los hábitos de ventilación, sino que incluso según la hora del día.
Estas fluctuaciones hacen necesario que la medición se extienda a lo largo del tiempo durante al menos tres meses, y preferiblemente durante más tiempo. Las mediciones de poca duración solo proporcionan una indicación muy aproximada de la concentración real de radón.
A fin de asegurar la calidad de las mediciones es muy recomendable que exista un programa de garantía de calidad para los dispositivos de medición de radón.
► Los expertos estiman que 250.000 edificios en España pueden estar acumulando radón.
La detección del gas radón se puede realizar a través de técnicas activas o pasivas, dependiendo de si se utiliza o no aire forzado para captar la muestra.
Según este factor, estos son los tres métodos disponibles para la detección:
· Métodos instantáneos: Mediante este método por norma general se realizan barridos generales y se estudian las rutas por las cuales el radón penetra en el interior de las viviendas.
· Métodos de lectura continua: Estas técnicas permiten monitorizar continuamente la evolución de la presencia de gas radón y comprobar la eficacia de las medidas correctivas implementadas.
· Métodos integrados: A través de estos métodos se suelen estudiar las medidas tomadas después de 3 meses de implementación, comprobando así su idoneidad y el resultado obtenido. Es fundamental que la medición del nivel de gas radón esté certificada, dado que de esta manera nos permitirá acceder a las ayudas que existen en el Plan Estatal de Vivienda para reparar casas afectadas por radón.
Hay diferentes dispositivos para poder medir eficazmente la concentración de gas radón en una vivienda:
· Detector de trazas para partículas alfa (DTPA).
· Detector de carbón activado (DCA).
· Cámara iónica de electreto (CIE).
· Dispositivo de integración electrónico (DIE).
· Monitor continuo de radón (MCR).
En Deac tenemos a disposición los estudios, diseños, esquemas y productos necesarios para la ventilación forzada para la posible eliminación del gas radón. Ante cualquier duda o consulta, escríbenos a info@deac.mobi