
En el cambio climático encontramos la causa del aumento de las lluvias torrenciales y otros fenómenos de la naturaleza para los que los núcleos urbanos y las personas no siempre estamos preparados. ¿Cómo conducir bajo situaciones extremas del cambio climático? Los fenómenos de la naturaleza no siempre avisan por lo que conviene estar preparados para saber reaccionar con la mayor seguridad posible.
> ¿Cómo actuar con el coche ante una riada?
Cuando la previsión del tiempo amenaza con fuertes tormentas y hay aviso de nivel de riesgo elevado, la mejor recomendación que te podemos dar es no salir de casa y, mucho menos, coger el coche. Es de sentido común. Si aun así no tienes más remedio que conducir, hazlo por carreteras principales y si te ves en la necesidad de enfrentarte a una riada, es momento de poner en marcha todos los sentidos y actuar con eficacia y rapidez.
Un coche reduce su peso casi 700 kilos por cada 30 centímetros de agua de cobertura a partir de los bajos, además, por cada 30 centímetros de profundidad, la fuerza de la corriente aumenta 225 kilos. Si dicha corriente tuviera una fuerza superior al peso del vehículo, éste será arrastrado. Según la Dirección General de Tráfico, si el coche está cubierto con 60 centímetros de agua, será inevitable el arrastre.
En el principio de Arquímedes está la clave: “Un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo, experimenta un empuje vertical hacia arriba igual al peso de la masa del volumen del cuerpo que se desaloja”. Por eso un coche, aunque sea un objeto pesado, puede flotar en el agua.
En el caso de conducir un todoterreno, no pienses que estarás más seguro. Sí es verdad que debido a que son más altos y que cuentan con tracción total, aguantan más el envite del agua a mayor profundidad, pero tienen un inconveniente, y es que al montar ruedas de más altura y de mayor tamaño evacúan más cantidad de agua y, por tanto, se ven sometidas a un mayor empuje hacia arriba. De nuevo entra en juego el principio de Arquímedes.
“Si te encuentras ante una riada, lo aconsejado es dar la vuelta y dirigirte hacia un sitio elevado. Si ya no hay solución, y circulas en perpendicular al río, hay que tratar de cruzar la vía inundada en diagonal, buscando la corriente”, explica Antonio Orgaz, bombero-conductor del Parque IV del Ayuntamiento de Madrid.
> ¿Cómo actuar?
Conduce por carreteras principales, evita vías secundarias o caminos:
> Aunque sea una vía que suelas transitar, no te dejes llevar por la confianza. No intentes cruzar una vía conocida cubierta de agua porque podría esconder lodo, ramas… o se podría haber producido un socavón.
> En el momento en el que notas que el coche empieza a deslizar sobre el agua, es el momento de abandonarlo. En esa situación, se pierde el agarre sobre el suelo, dejas de tener control sobre el coche y éste empieza a ser arrastrado por la corriente.
> Llama a emergencias si te ves en apuros: marca en el teléfono el número 112.
> No esperes a que el agua llegue a la altura de la puerta, porque podría bloquearse y no podrías abrirla. Una solución para abrir la puerta es esperar a que entre agua en el interior para que se iguale la presión (en ese caso se crea una bolsa de oxígeno en la parte superior para coger aire).
“Si no puedes abrir la puerta, trata de salir primero por la luneta trasera porque la zaga es lo último que se hunde en un coche. Si no consigues romperla, abre la ventanilla poco a poco, para evitar el impacto del cambio de presión. Para amortiguar dicha presión cuando se sumerge el vehículo hay que aguantar la respiración, bajar la ventanilla unos tres dedos y esperar a que se llene el habitáculo, unos 10-15 segundos, a continuación, sigues bajando la ventanilla para poder salir o bien intentas abrir la puerta si no has conseguido salir por la luneta. Lo principal es no perder los nervios porque en los primeros minutos tras estar en contacto con el agua, la electricidad del coche funciona y se pueden bajar las ventanillas. Sólo si no funciona trata de romper la luneta trasera, que en la mayoría de coches suele ser de cristal templado y sí se rompe en pedazos”, recomienda Antonio Orgaz.
> ¿Cómo actuar con el coche ante una riada?
Cuando la previsión del tiempo amenaza con fuertes tormentas y hay aviso de nivel de riesgo elevado, la mejor recomendación que te podemos dar es no salir de casa y, mucho menos, coger el coche. Es de sentido común. Si aun así no tienes más remedio que conducir, hazlo por carreteras principales y si te ves en la necesidad de enfrentarte a una riada, es momento de poner en marcha todos los sentidos y actuar con eficacia y rapidez.
Un coche reduce su peso casi 700 kilos por cada 30 centímetros de agua de cobertura a partir de los bajos, además, por cada 30 centímetros de profundidad, la fuerza de la corriente aumenta 225 kilos. Si dicha corriente tuviera una fuerza superior al peso del vehículo, éste será arrastrado. Según la Dirección General de Tráfico, si el coche está cubierto con 60 centímetros de agua, será inevitable el arrastre.
En el principio de Arquímedes está la clave: “Un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo, experimenta un empuje vertical hacia arriba igual al peso de la masa del volumen del cuerpo que se desaloja”. Por eso un coche, aunque sea un objeto pesado, puede flotar en el agua.
En el caso de conducir un todoterreno, no pienses que estarás más seguro. Sí es verdad que debido a que son más altos y que cuentan con tracción total, aguantan más el envite del agua a mayor profundidad, pero tienen un inconveniente, y es que al montar ruedas de más altura y de mayor tamaño evacúan más cantidad de agua y, por tanto, se ven sometidas a un mayor empuje hacia arriba. De nuevo entra en juego el principio de Arquímedes.
“Si te encuentras ante una riada, lo aconsejado es dar la vuelta y dirigirte hacia un sitio elevado. Si ya no hay solución, y circulas en perpendicular al río, hay que tratar de cruzar la vía inundada en diagonal, buscando la corriente”, explica Antonio Orgaz, bombero-conductor del Parque IV del Ayuntamiento de Madrid.
> ¿Cómo actuar?
Conduce por carreteras principales, evita vías secundarias o caminos:
> Aunque sea una vía que suelas transitar, no te dejes llevar por la confianza. No intentes cruzar una vía conocida cubierta de agua porque podría esconder lodo, ramas… o se podría haber producido un socavón.
> En el momento en el que notas que el coche empieza a deslizar sobre el agua, es el momento de abandonarlo. En esa situación, se pierde el agarre sobre el suelo, dejas de tener control sobre el coche y éste empieza a ser arrastrado por la corriente.
> Llama a emergencias si te ves en apuros: marca en el teléfono el número 112.
> No esperes a que el agua llegue a la altura de la puerta, porque podría bloquearse y no podrías abrirla. Una solución para abrir la puerta es esperar a que entre agua en el interior para que se iguale la presión (en ese caso se crea una bolsa de oxígeno en la parte superior para coger aire).
“Si no puedes abrir la puerta, trata de salir primero por la luneta trasera porque la zaga es lo último que se hunde en un coche. Si no consigues romperla, abre la ventanilla poco a poco, para evitar el impacto del cambio de presión. Para amortiguar dicha presión cuando se sumerge el vehículo hay que aguantar la respiración, bajar la ventanilla unos tres dedos y esperar a que se llene el habitáculo, unos 10-15 segundos, a continuación, sigues bajando la ventanilla para poder salir o bien intentas abrir la puerta si no has conseguido salir por la luneta. Lo principal es no perder los nervios porque en los primeros minutos tras estar en contacto con el agua, la electricidad del coche funciona y se pueden bajar las ventanillas. Sólo si no funciona trata de romper la luneta trasera, que en la mayoría de coches suele ser de cristal templado y sí se rompe en pedazos”, recomienda Antonio Orgaz.