Evita la convección y disfruta del confort máximo de la radiación térmica
Las soluciones radiantes que ofrede Deac con Korman garantizan un ambiente térmico excelente en casa o en el trabajo, todo ello con un precio optimizado. Nuestras soluciones de bajo consumo son ideales para combinar con fuentes de energía renovables que contribuyen a disminuir el consumo de energía y las emisiones de CO2 ofreciendo de esta manera la mejor base para una climatización interna ideal.
Deac Korman propone sistemas de calefacción y refrigeración de agua por suelo, pared o techo. Los sistemas radiantes funcionan con baja temperatura y por este motivo son la forma más económica, desde el punto de vista energético, para distribuir el calor dentro de un edificio.
Las bajas temperaturas garantizan la máxima eficiencia de las fuentes de calor, idealmente fuentes renovables como geotermia o bombas de calor. Esto permite bajo consumo de energía y menos emisiones de CO2. Además, la calefacción radiante proporciona en la vivienda un elevado confort y se puede utilizar también para la refrigeración. La instalación es invisible, mejora el aislamiento de la vivienda y no ocupa espacio físico, lo que permite la máxima libertad arquitectónica.
¿POR QUÉ EL SISTEMA DE SUELO RADIANTE?
1 / Mejor difusión del calor
Los radiadores difunden el calor por convección empujando el aire caliente hacia arriba y, por consiguiente, el aire frío hacia abajo. En el caso de calefacción de suelo, la difusión se realiza por irradación, fenómeno que garantiza una temperatura constante en todo el ambiente.
2 / Compatibilidad con las energías renovables
Un sistema de radiadores exige calefacción de gas o gasóleo que pueda llevar el agua a temperatura comprendida entre los 70 y los 80 °C. El sistema de suelo funciona con temperaturas decididamente inferiores - comprendidas entre 35 y 40 °C - y, por ello, ofrece la máxima compatibilidad con fuentes de energía más respetuosas del medio ambiente como calderas de pellet, bombas de calor y sistemas de energía solar.
3 / Reducción de polvos, ácaros y moho
La presencia de radiadores produce polvos que luego se difunden generando molestias en el ambiente por efecto de la convección. En caso de calefacción de suelo este problema se reduce notablemente como también se reduce la presencia de ácaros y de moho.
4 / Total libertad durante la organización de los espacios internos
Los radiadores limitan el espacio interno inutilizando las paredes sobre las que están colocados. El sistema de calefacción de suelo permite recuperar mucho espacio permitiendo el uso completo de las paredes.
5 / Total libertad en la elección del suelo
El sistema radiante es compatible con cualquier tipo de suelo: desde los laminados hasta las baldosas, hasta la alfombra y la terracota. La única indicación corresponde a la madera, por la que se deberá prestar mayor atención en la elección de un parqué estable y de dimensiones reducidas.
BIENESTAR ACÚSTICO
Deac Korman propone sistemas de calefacción y refrigeración de agua por suelo, pared o techo. Los sistemas radiantes funcionan con baja temperatura y por este motivo son la forma más económica, desde el punto de vista energético, para distribuir el calor dentro de un edificio.
Las bajas temperaturas garantizan la máxima eficiencia de las fuentes de calor, idealmente fuentes renovables como geotermia o bombas de calor. Esto permite bajo consumo de energía y menos emisiones de CO2. Además, la calefacción radiante proporciona en la vivienda un elevado confort y se puede utilizar también para la refrigeración. La instalación es invisible, mejora el aislamiento de la vivienda y no ocupa espacio físico, lo que permite la máxima libertad arquitectónica.
¿POR QUÉ EL SISTEMA DE SUELO RADIANTE?
1 / Mejor difusión del calor
Los radiadores difunden el calor por convección empujando el aire caliente hacia arriba y, por consiguiente, el aire frío hacia abajo. En el caso de calefacción de suelo, la difusión se realiza por irradación, fenómeno que garantiza una temperatura constante en todo el ambiente.
2 / Compatibilidad con las energías renovables
Un sistema de radiadores exige calefacción de gas o gasóleo que pueda llevar el agua a temperatura comprendida entre los 70 y los 80 °C. El sistema de suelo funciona con temperaturas decididamente inferiores - comprendidas entre 35 y 40 °C - y, por ello, ofrece la máxima compatibilidad con fuentes de energía más respetuosas del medio ambiente como calderas de pellet, bombas de calor y sistemas de energía solar.
3 / Reducción de polvos, ácaros y moho
La presencia de radiadores produce polvos que luego se difunden generando molestias en el ambiente por efecto de la convección. En caso de calefacción de suelo este problema se reduce notablemente como también se reduce la presencia de ácaros y de moho.
4 / Total libertad durante la organización de los espacios internos
Los radiadores limitan el espacio interno inutilizando las paredes sobre las que están colocados. El sistema de calefacción de suelo permite recuperar mucho espacio permitiendo el uso completo de las paredes.
5 / Total libertad en la elección del suelo
El sistema radiante es compatible con cualquier tipo de suelo: desde los laminados hasta las baldosas, hasta la alfombra y la terracota. La única indicación corresponde a la madera, por la que se deberá prestar mayor atención en la elección de un parqué estable y de dimensiones reducidas.
BIENESTAR ACÚSTICO
Uno de los factores relacionados con la instalación radiante es el confort doméstico y el bienestar acústico. El bienestar acústico se define como la condición para que una persona no sea molestada por ruidos extraños y no sufra daños en el aparato auditivo provocados por una exposición más o menos prolongada a fuentes de ruido.
En particular, las fuentes de molestia acústica en un edificio son dos: fuentes externas y fuentes internas.
Las fuentes externas son los ruidos emitidos por el tráfico rodado y por la proximidad al edificio de zonas industriales. El ruido emitido por fuentes externas se propaga por el aire y penetra en el edificio a través de su estructura.
Las características tecnológicas y constructivas de las fachadas son fundamentales para ofrecer mayor o menor resistencia en la propagación hacia el interior de las ondas sonoras que llegan desde el exterior.
En este sentido, aperturas como ventanas o rejillas de ventilación representan los puntos débiles del edificio para defenderse del ruido. Las fuentes de ruido internas, que pueden ser concretamente el ambiente objeto de estudio u otros ambientes del mismo edificio, como las instalaciones (ascensores, montacargas, instalación hidráulica, etc.), los electrodomésticos, los aparatos de radio y televisión, voces, gritos y los movimientos de los habitantes del edificio. En este caso la propagación se realiza por el aire y a través de las partes sólidas de la construcción.